La decisión correcta.
Antes de tomar la decisión tuve en una mano la confianza y
en la otra bamboleaba el abandono.
La confianza que debía depositar en
quien me llevara hasta aquel lugar tan especial y en la otra, la
posibilidad de dejar pasar una oportunidad tan extraordinaria de vivir una
magnifica experiencia y dejar evaporarse esas ilusiones que llevaba algún tiempo cosechando.
Y tome la decisión que me llevó hasta
un lugar remoto, donde solo los aventajados tienen la oportunidad de ir, desde
Sevilla hasta Los Alpes, en moto.
Hace pocos días estuve recorriendo un
lugar donde la mirada nunca se agota, donde las llanuras son como piedras
preciosas y las montañas como diamantes en bruto. Un lugar privilegiado por su
valor geográfico, afincado en el centro de Europa. Los Alpes franceses, los
suizos e italianos.
Hasta allí me llevó el deseo de vivir
una experiencia que prometía excepcional. En cada curva iba
sosteniendo que fue una buena idea mi decisión, porque quería
desatender mis miedos que son muchos, pero sobre todo, a las alturas,
y dar una lógica explicación a mi atrevimiento.
Mientras subíamos montañas sobre esas
curvas de ciento ochenta grados llamadas tornantes, iba observando el
horizonte. A veces, cerraba los ojos con el deseo de no ver más que mi propio
yo, y otras, solo miraba hacia delante, con la intención de no ver mas allá del
suelo que pisaba la moto.
Pero los precipicios tan impresionantes
que ilustraban el paisaje decidían por mi, y me hacían mirar hacia ellos con el
propósito inconsciente, de dejar grabado cada uno de esos instantes en mi
razón. Aún así, he disfrutado con cada Km. recorrido, y cada aldea
visitada era como un nuevo regalo para la vista.
Las flores que engalanaban los balcones
de las casas fueron embelleciendo con sus colores vivos, cada
pueblo a nuestro paso.
Cada villa que pasábamos se mostraba
aún más bonita que la anterior. Las laderas de las montañas me iban regalando
una imagen inusual. Campos dedicados al cultivo de lavanda, que embellecían aún
más el lugar, y dejaban una aromática fragancia en el ambiente. Cada
una de aquellas montañas iba dejando en mi mente una huella indeleble.
Recuerdo cada riachuelo con sus
corrientes cristalinas, la caída de las cascadas lloraban sus aguas desde
lo más alto de las montañas, y se abandonaban al descanso en lagos de
color turquesa, que me invitaban a un confortable baño.
Pero seguimos el camino sin dar lugar a tan especial acontecimiento,
porque el tiempo era el dueño y nosotros sus fieles seguidores. Sinceramente,
me hubiera gustado un chapuzón.
Desde lo más alto del todo, cuando la
cima era mi único refugio, respiré profundo.
Aún con el miedo de quien el vértigo le
fustiga, admiré animada todo lo que me rodeaba y viví con la ilusión, que me
pudo más, que el puro pavor a las alturas.
Y con mis miedos contraídos, fui
bajando montañas, recorriendo tornantes, disfrutando cada instante
del camino, admirando lagos, ríos, profundos desfiladeros y viviendo
momentos tan mágicos e imborrables, que quedaran ahí, en mi memoria, como un
viaje inolvidable. Sinceramente, me alegro de haber tomado
la decisión acertada.
Margary Gamboa.
ALGUNAS FOTOS PARA EL RECUERDO
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgbtIPUYq77sWKfcdhGvlJDmfXD0ig1PHL_erU-j1MdrwTGKzYD3pqcR0jMi0tCzUCV05aokA1Iy1uSBktKXaOscnsVPmneC-j3lZ-4bXerUfbf81YcSZy4PDwslC4nL9qTrQrRBKeINz0m/s1600/20120725_103208.jpg)
Un relato digno de un best-seller
ResponderEliminarGracias Magary por compartir este vértigo con nosotros. He tenido la suerte de hacer varios viajes a los Alpes, en coche, eso sí. En moto debe ser divino, sentir todo dentro de ti. Aunque tu relato transmite el miedo que tenias, seguro que ahora solo recuerdas el paisaje. Hay que salir del pueblo y ver todo lo guapo del mundo. Venga, un abrazo.
ResponderEliminarRAFAEL CÁRIMA
ResponderEliminarGRACIAS POR COMPARTIR ESTE IMPRESIONANTE VUELO HASTA LAS ALTURAS DE LOS ALPES , HA SIDO TODO UN PLACER LEER TU RELATO, EMOCIONANTE E INTRÉPIDO, Y QUE TE PLENO DE SATISFACCIÓN LA PIEL Y EL CORAZÓN,
SALUDOS CORDIALES
Impresionante realmente, bellas fotos que me he deleitado mirando y conociendo.
ResponderEliminarGracias princesa.
Un besito
Unas fotos mu chulas, seguro ke labeis pasao de maravilla, aunke no veo a las perrunas por ningun lao, jejeje
ResponderEliminarSaludos, Dani.
Cheli González de SENTIMIENTOS Y PASIONES DEL POETA
ResponderEliminarQué preciosos lugares que has visitado...los Alpes con su blancura, que divinos!...las fotos, nítidas...los mágicos paisajes que nos describes... un recorrido muy impresionante y tu escrito nos contagia de los episodios de este maravilloso paseo y de muchas emociones... Felicitaciones!!!
MAEMA. CASTILLO MÁGICO DEL POETA.
ResponderEliminarAmiga me encanto y te puedo decir que yo vivo en suiza y se muy bien como es eso amanece con un sol radiante excelente y de pronto zas zas zas te pega el mal tiempo yo hasta en verano salgo con el paraguas y te dire mas que el año 1980 cuando yo vine a suiza en el mes de agosto nevo figurate tu pero bueno hiciste una buena aventura y la proxima vez me avisas alomejor hasta podremos conocernos un saludo amiga besos
CHEVERE TE FELICITO
ResponderEliminarANGIEMAR
Hermoso recorrido y las fotos bellísimas¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡gracias por traerme hasta aqui..besitos
ResponderEliminarAgustín María Sánchez Medrano
ResponderEliminarHola distinguida amiga Margarita, no conocía esta faceta tuya que, me ha dejado sorprendido, por la bondad de tus relatos, así como por la fotografía y el paisaje de los Alpes, lugares entrañables y algunos de ellos, visitados por mí.
Con los ojos cerrados aceptaría vuestra invitación. Muchas gracias por tan precioso documento.
Querida Margary, qué viaje de ensueño, maravilloso!!! y qué decirte de las fotos, todo me ha encantado, habéis disfrutado de un viaje precioso y tu relato así lo demuestra.
ResponderEliminarGracias por invitarme a verlo.
Besos!!!
killo soy el ale "peazos" de fotos tienes hoy precisamente he visto al Arturo y lo hemos estado comentado,Vente para la C-5 y nos vemos y me cuentas que yo tube otra movida en la concentración de Faro.
ResponderEliminarUn saludo. Ale
Ana Fernandez-FACE
ResponderEliminarMe encanto...es un bello lugar...Yo estoy en Asturias. Los lagos d Covadonga y es lo mas parecido...me alegra saber q tus miedos han desaparecido...un besazoo y hablaremos habitualmente.. Muuuaaakkkaaass
Hola Margary que fotos mas bonitas y que miedo que tenias segun tu relato pero despues merecio la pena, un viaje precioso sin duda un beso,Ana
ResponderEliminarTodo muy bonito, me encanta la banderita del toro en la moto por esos sitios, guay.
ResponderEliminarLo que lo estropea todo es esa foto tan cursi de la cabecera, no te pega nada parece de culebrón.
Hermi Martin Segura
ResponderEliminarGraciasssss margarita!!!!!...que belleza,,,que paisajes,eso es hacer un buen viaje y no ir a Cancúm como van la mayoria jejej,que preciosidad,me alegro que hayas disfrutado tanto,si yo hubiera ido tambien lo disfrutaria,pero iria en coche jejej,la moto me da un miedoooooo...
Gracias por compartir tan bella y hermosa experiencia conmigo,un besito de corazón.
Amiga excelentes letras me gusto mucho besos
ResponderEliminarRaudel.
Margari,ya te lo he dicho pero queria hacertelo saber tb por aquí,me encanta como relatas detallademente tus viajes ,ya sabes que cuentas con una seguidora mas!!un besazo para todos de "pachy" y family!!!
ResponderEliminar¡Menudo periplo! un viaje envidiable, una experiencia única que has sabido acompañar con este excelente reportaje fotográfico y con esa artística crónica en prosa poética, que de algún modo, nos ha hecho acompañarte por tu odisea.
ResponderEliminarGracias por hacernos partícipes de tus impresiones.
Cordialmente:
J.Teodoro
Leyendo tu relato me has transportado a los Alpes...que bonita forma de transmitir las sensaciones vividas...y que envidia me dais...Me alegro por tu decisión valiente...eso nunca lo olvidarás...hoy te sigo mas que ayer pero menos que mañana.
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